ECOS

sábado, 7 de febrero de 2015







Mujer 

Audre Lorde [pertenece a su séptimo libro de poemas, El unicornio negro].

Sueño con un lugar entre tus pechos
para construir mi casa como un refugio
donde siembro
en tu cuerpo
una cosecha infinita
donde la roca más común
es piedra de la luna y ópalo ébano
que da leche a todos mis deseos
y tu noche cae sobre mí
como una lluvia que nutre.

domingo, 19 de junio de 2011

MUJERES TRABAJADORAS EN CALI*.









BERMÚDEZ Rico, Rosa Emilia. MUJERES OBRERAS E IDENTIDADES SOCIALES. CALI 1930-1960.La Carreta (Ed.), Medellín. 2007.191. Pág.
Kelly Inés Perneth Pareja
INTRODUCCIÓN

Quizás hasta hoy pueda significar un enigma en la historiografía con relación a la Historia de las Mujeres, Rosa Emilia Bermúdez Rico. Esta autora nacida en Cali, economista y con un magister en sociología obtuvo su título con sus tesis meritoria Mujeres Obreras e Identidades Sociales. Cali 1930-1960. Este trabajo se suma como un referente obligatorio a la hora de estudiar la incorporación del trabajo femenino en el área laboral industrial del país.

Cambios significativos experimentó el mundo historiográfico en los años 60’s. Surgen nuevos campos de investigación, como la sexualidad, la maternidad, historia de la familia, cotidianidad, relaciones personales, de las mentalidades, historia mujeres, valores del trabajo, el consumo y practicas recreativas, entres otras. Mauricio Archila, afirma (…) las ciencias sociales en los años 60’s comenzaron a reflexionar sobre la aparición de nuevos actores sociales y el significado de sus luchas. En la medida en que algunos movimientos adquirieron visibilidad, se convirtieron en objeto de investigación (p.17.) .De ahí que podamos afirmar, que, muchos de los trastrocamientos en el conocimiento de la Historia de la Mujeres lo debamos a los movimientos feministas de los años 60’s

Referencias

* Ver esta reseña en su totalidad en, Revista Taller de la Historia. Universidad de Cartagena. 2009.

Transgresoras o sumisas*.


Isabel Cristina Bermúdez, doctora en Historia de América de la Universidad Andina Simón Bolívar, ha dedicado parte de sus investigaciones al conocimiento del mundo colonial y al estudio de mujeres en el suroccidente colombiano, destacándose especialmente en la disciplina histórica dentro de los estudios regionales. Entre algunas de sus obras sobresalientes se cuentan Hospital San Juan de Dios: remedio y júbilo eterno para Santiago de Cali (1997) y Poder regional y discurso étnico (2003).
Imágenes y representaciones de la mujer en la Gobernación de Popayán (2001) (1) se enmarca en esta línea y podría ser catalogado como un estudio de caso, en el cual se pretende exponer “(…) la genealogía del pensamiento y del discurso fundador de las representaciones que sobre la mujer predominaron” en la sociedad payanesa (p. 14). Lo que le inscribe en los estudios regionales y en los estudios de historia de las mujeres. Bermúdez propone dos tipos de mujer: una transgresora y una sumisa. En este camino, la autora demuestra cómo la mujer es un sujeto del discurso oficial de la Iglesia y el Estado, que conforman un campo discursivo donde la mujer sumisa es inscrita en el campo simbólico de lo privado y la mujer transgresora en el de lo público.

Referencias.
* Esta reseña aparece en la Revista Virtual Visitas al Patio. Universidad de Cartagena. Vol. II.Nº 3. 2009.. Para leer en su totalidad dirigirse a la siguiente dirección online http://www.visitasalpatio.com/pdf/Vol2No3/Transgresoras%20o%20sumisas.pdf.
La prensa como instrumento pedagógico para la construcción de la mujer cartagenera: 1928-1946*.




Natalie Dahiana Rocha Vásquez
Ana Victoria Padilla Onatra
Kelly Inés Perneth Pareja
Universidad de Cartagena



Resumen

El propósito de este artículo es determinar, a partir de un análisis de la prensa cartagenera del período comprendido entre 1928 y 1946, cómo fue construido el “ideal de mujer” que debía interiorizar la mujer cartagenera para desempeñarse en sociedad. El estudio focaliza como micro-espacios de análisis la educación, las actividades de caridad y la publicidad.

Palabras clave: mujer, prensa, educación, espacio público y privado, feminidad, estereotipos.

Abstract

The purpose of this article is to determine how the concept of the “ideal woman” that the woman from Cartagena should interiorize- to have an appropriate role in the society- was built, based upon an analysis on the press of Cartagena, taking into account the period between 1928 and 1946. The research locates as micro-contexts of analysis the education, charity activities and publicity.

Key words: woman, press, education, public and private area, femininity, stereotypes.

Notas

* *The Press as a “Pedagogical Instrument” for Building up the Woman of Cartagena: 1928-1946.

1.Este artículo fue publicado en su totalidad en, Revista Cuadernos de Literatura del Caribe e Hispanoamérica. Nº 7, Enero- Junio, 2008: 83-98. Dirigirse a la siguiente dirección online, http://www.ceilika.com/sites/default/files/7-5.pdf.

sábado, 29 de enero de 2011

CONSTRUYENDO GÉNERO Y ESTEREOTIPOS EN LA ESCUELA

Diana Monsalve Lafaurie
Estudiante del Programa de Trabajo Social, Universidad de Cartagena.
dcmlaf@hotmail.com



En el presente texto se pretende realizar una breve ilustración sobre la relación existente entre el género, como constructo social y la escuela, como institución reproductora de éste. Por otra parte, se busca generar críticas de aquellos mecanismos sutiles y naturalizados, basados en estereotipos, con los cuales se construye género en la escuela.

Hay que reconocer que en nuestra sociedad la organización y desempeño de las funciones está determinada por los roles impuestos a hombres y mujeres. Tenemos en consecuencia, que las relaciones entre los sexos no son hechos naturales, sino que se trata de una producción sociocultural determinada por relaciones de poder en la sociedad.

Lo cierto es que el género no es un hecho natural, por ello, Teresa de Lauretis (Domínguez, 1997, pág. 4) define el género como la representación de una relación, que se traduce en la pertenencia a una clase, a un grupo, a una categoría y tiene la función de constituir a los individuos concretos en hombres y mujeres. Por consiguiente, entender el género como una representación, implica pensarlo como una construcción social y cultural, mientras que la diferencia sexual anatómica es un estado natural. En esta línea, de acuerdo con María Elvia Domínguez (Pág. 4.) el género es la imagen que se hacen los individuos de la relación que establecen con los otros, representación que asigna una identidad como hombre o como mujer con todas sus significaciones.

A partir de lo anterior se considera que las dinámicas según las cuales los individuos construyen género son reproducidas mediante los imaginarios transmitidos por los padres y las madres, en la familia y en las relaciones que se establecen con los otros, en el entorno social en el que se desenvuelven, en instituciones como la escuela, la iglesia, los grupos de pares, entre otras; naturalizando y tipificando estos, mediante las prácticas cotidianas.
Es oportuno recalcar que en este texto se hará referencia a la construcción de género en la socialización secundaria, específicamente en la escuela, tanto en la educación impartida por los docentes como las interrelaciones e interacciones del individuo con los demás, y las dinámicas que recrean la desigualdad entre hombres y mujeres; es por ello que se hace preciso develar y comprender los mecanismos de producción y reproducción de las desigualdades de género en la escuela producidas por los estereotipos sociales.

Aquí conviene hacer referencia al planteamiento de Marina Becerra (2006, pág. 2) quien sugiere que las identidades, tanto masculinas como femeninas, se han perpetuado a través de mecanismos muy presentes en los planteles educativos, de una forma tan simbólica y sutil que se nos hace difícil reconocerlo, aunque se encuentren en cualquier ámbito de la sociedad. En efecto, la escuela, es una de las principales instancias encargadas de perpetuar en todos los ámbitos de la sociedad las expectativas sociales que se tienen de los individuos desde su nacimiento. Entendidas por estas, todas aquellas costumbres, discursos, significaciones, representaciones, atribuciones, actitudes, comportamientos, -incluso aspiraciones- es decir, aquellos papeles y roles que deben asumir hombres y mujeres dentro de una determinada cultura y un determinado tiempo.

Según lo descrito anteriormente, sería prudente destacar la educación en la escuela, como un elemento trascendental en este proceso de construcción, se trata desde luego del instrumento utilizado que garantiza que todo individuo en una sociedad como la nuestra pueda acceder a cualquier tipo de discurso. En esta línea, todo sistema de educación, según Foucault (1987, pág. 24) es una forma política de mantener o de modificar la adecuación de los discursos, con los saberes y los poderes que implican.

En la sociedad contemporánea, a pesar de los avances tanto tecnológicos como los logrados en materia de género, las relaciones entre los sexos están fundadas en la desigualdad. En este sentido, la escuela, como institución social está atravesada por diversas expresiones de esa desigualdad, por parte de los docentes, en sus relaciones con los estudiantes, pues, en estas relaciones se transmiten valores, normas y pautas de comportamiento asociadas con género, debido a que están mediados por creencias y actuaciones que reflejan estereotipos sociales discriminatorios como sexismo, homofobia y xenofobia (Domínguez, pág. 17); De esta circunstancia nace el hecho de que las dinámicas institucionales reproduzcan y recreen las inequidades de género. Estas dinámicas culturales perpetuán la segregación en un ambiente de diferenciaciones y desigualdades que conviven conflictiva pero armoniosamente (Domínguez, pág. 16).

Basándose en Rico y demás (Rico, Rodríguez, Alonso; 2002, 20) es prudente señalar que hay patrones diferenciales en las relaciones docente-estudiante, evidentes en la distribución de funciones, responsabilidades, y reconocimiento de manera distinta y asimétrica, según el sexo del estudiante. En este sentido, la escuela reproduce y perpetua no solo las divisiones de clase sino la división sexual tradicional de las tareas sociales, lo cual no solo incide en su selección de campos de conocimiento sino en la construcción como persona y como sujeto social, de acuerdo a Subirats (Rico, Rodríguez y Alonso, 1994, 1997, pág. 21).

Por lo anterior y siguiendo a Subirats (Rico, Rodríguez y Alonso, 1994, 1997, pág. 24) se puede decir que los atributos que se le asignan a los varones como son la autonomía, racionalidad, inteligencia, liderazgo, entre otros; todos ellos en valoración positiva en los distintos escenarios donde se mueven; a las mujeres por su parte se les atribuye el sacrificio, el afecto, la solidaridad, la generosidad, según el escenario. De acuerdo a lo anterior, hombres y mujeres van aprendiendo cuales son las conductas permitidas y prohibidas, lo que conforma una socialización sobre la base de significados compartidos por directivas, docentes y estudiantes, proceso que es no consiente (Rico, Alonso, Rodríguez; 2000, 20).

Todo esto parece confirmar que la educación en la escuela aporta habilidades, formas de pensar, sentir y hablar con las que posteriormente el individuo podrá identificarse con ciertas prácticas y espacios de acuerdo a su sexo, en una determinada sociedad. Esta educación no es neutral sino que conlleva consecuencias sociales dependiendo del desempeño de los roles de los sujetos. Por tanto, el desarrollo de las competencias de hombres y mujeres se ve interferido por los contenidos que la cultura ha pre-fabricado alrededor del género, transmitidos a través de esta, los cuales son internalizados por las y los actores e inciden sobre las prácticas cotidianas en el espacio escolar, dentro y fuera del aula.

Por dichas razones, la escuela, considera fundamental ocuparse de la educación de los niños, puesto que, su función central es la integración social, fundada en la homogeneización cultural (Becerra, 2006, pág. 4); como se ha dicho anteriormente, ésta asigna a todos los individuos una función de acuerdo a su sexo con la que la ciudadanía se organiza. De ese hecho, que se creen y reproduzcan estereotipos e imaginarios sobre lo que es y cómo debe actuar cada individuo. De esta forma estos estereotipos se producen articulados con otras formas de discriminación, como las de clase, etnia, religiosa, sexual dentro de las estructuras sociales de una cultura.

Conviene, sin embargo advertir que a pesar de los cambios que se han dado, aun sigue habiendo una distribución inequitativa de los roles y espacio en los cuales deben desenvolverse hombres y mujeres. Cabe resaltar que esta situación se desprende del la forma como los docentes al impartir sus enseñanzas marca las diferencias relacionales entre los y las estudiantes y paralelamente reproduciendo imaginarios y las expectativas sociales de lo que se esperan de hombres y mujeres. Al respecto, es preciso desnaturalizar todos aquellos mecanismos y dispositivos con los cuales se perpetúa esta inequidad que subordina a las mujeres, para poder fomentar la igualdad de derechos y la equidad entre los sexos en las escuelas.

REFERENCIAS

1. BECERRA, Marina. Universidad Nacional, Informe de Investigación: “CIUDADANÍA Y DISCRIMINACIÓN POR GÉNERO EN EDUCACIÓN”. Febrero 3. Colección Senior. Biblioteca y Centro de Documentación UNTREF Hemeroteca Digital. http://www.untref.edu.ar/documentos/proyectosdeinvestigacion/Becerra.pdf
2. FOUCAULT, Michelle. EL ORDEN DEL DISCURSO. Editorial Tusquets. Barcelona, España. 1987.
3. RICO de Alonso, Ana; Rodríguez, Angélica; Alonso, Juan Carlos. EQUIDAD DE GÉNERO EN LA EDUCACIÓN EN COLOMBIA: POLÍTICAS Y PRÁCTICAS. Papel Politico Nº 11, 2000.
4. DOMÍNGUEZ Blanco, María Elvia. EQUIDAD DE GÉNERO Y DIVERSIDAD EN LA EDUCACION. Universidad Nacional de Colombia. Publicado en www.utp.repes.edu.co

domingo, 23 de enero de 2011

¡Conferencia Mundial de Mujeres de Base, Caracas-Venezuela en Marzo del 2011!





¡Conferencia Mundial de Mujeres de Base, Caracas-Venezuela en Marzo del 2011!

El movimiento de mujeres Ana Soto, invita.

No puede haber revolución socialista si la inmensa mayoría de las mujeres trabajadoras no toman parte de ella, -Lenin-.

Hoy amanecemos en el 2011, que esperada esta fecha; desde hace 3 años que hemos andado Venezuela para dar a conocer la realización de la Conferencia Mundial de Mujeres. Hemos viajado por el Mundo en pro de Fortalecer la Unidad Femenina Internacional...
y Hoy ya estamos en el año que reunirá a miles de mujeres de todo el mundo en nuestra Venezuela...
A sólo 2 meses de la Conferencia...
A partir hoy, 1 de Enero del 2011, comenzamos con las
Inscripciones a la Conferencia Mundial de Mujeres de Base que se va a realizar en Caracas-Venezuela del 4 al 8 de Marzo del 2011... Para mayor información escríbenos a MUJERPROLETARIA@MAIL:COM o a este correo y comunícate al 04262569985...
Participa en este evento que unificará al Movimiento Femenino
Internacional...

Que grandeza la de la mujer venezolana por aceptar el reto de realizar la Conferencia desde las bases, que grandeza la de miles de mujeres de todo el mundo que se organizan, que se forman, que se unifican y se movilizan hasta nuestro país con esfuerzos propios, que grandeza la de las mujeres con conciencia de clase que las mueve el sentimiento de construir un mundo mejor.

¡Que Viva la Mujer de las Bases, que Viva la Mujer Combativa,
que Viva y continúe su marcha la mujer que es indetenible en su lucha por la Justicia y la Igualdad!

¡Que Viva la Mujer Proletaria!

Para obtener más información de la Conferencia visita:
http://movimientodemujeresanasoto.blogspot.com/
Para mayor información contactar al siguiente correo mujerproletaria@gmail.com

Judith Butler